Archipiélago Juan Fernández
Recursos Marinos
¿Sabías que la pesquería de crustáceos más antigua de Chile está en Juan Fernández?
Se trata de la pesquería de langostas que tiene más de 120 años de historia. Este crustáceo es característico de la isla y tiene cinco pares de patas, como los cangrejos. Su caparazón es amarillo anaranjado o café rojizo, con pequeñas manchas más oscuras, y tiene múltiples espinas por todo su cuerpo. Las hembras forman una pequeña pinza en el término de su quinto par de patas, algo así como una uña que utilizan para acomodar sus huevos, los cuales guardan en su parte abdominal.
Los pescadores usan trampas de madera a distintas profundidades, donde las langostas ingresan y caen en estas, atraídas por la carnada y ahí quedan atrapadas. Luego de dos noches, los pescadores suben la trampa al bote para revisar la captura, liberando a las más pequeñas y a las hembras que cargan huevos en su abdomen.
¿El pez más longevo del mundo?
En los montes submarinos de la dorsal de Juan Fernández, se descubrió que vivía entre 400 a 1000 metros de profundidad, el orange roughy, un anaranjado pez de grandes ojos y robusto cuerpo, muy apetecido internacionalmente y de alto valor comercial. Este pez, puede vivir sobre los 125 años. ¡Una vez se reportó uno de 149 años!
Crece lentamente y para reproducirse tiene que alcanzar unos 30 años de vida, por lo que se considera muy vulnerable. En invierno se forman grandes grupos de orange roughy sobre los montes submarinos para dejar sus huevos, instancia donde barcos industriales decidieron capturarlos. Para asegurar la conservación del orange roughy, se prohibió su captura.
El club de peces del archipiélago
El archipiélago está habitado por una gran variedad de peces. Algunos son destinados a consumo humano y otros son usados como carnada de pesca. A diferencia de algunas especies del continente, hasta el momento no han demostrado riesgos de agotamiento o colapso. De hecho, se proyectan como una alternativa para variar la actividad pesquera, centrada en la captura de langosta.
Los pescadores del archipiélago, con el fin de cuidar sus recursos y hábitat, prohibieron el uso de redes y sólo pueden ser pescados con los aparejos propios de este lugar, diseñados en base a la experiencia de los pescadores, adaptados a la extracción de los recursos locales según sus características y el lugar en el que habitan.