¿Sabías que en las películas de Hollywood enseñan muchos conceptos científicos, algunos válidos, otros falsos?

Las películas además de entretenernos, muchas veces son una excelente alternativa para transmitir conceptos científicos. «Buscando a Nemo» y su posterior secuela «Buscando a Dory» son un ejemplo de ello. Todos los que vieron esas películas saben que las grandes ballenas comen krill, o que las gaviotas y los pelicanos se alimentan de peces. ¡Pero cuidado! Los guionistas de las películas se inventan situaciones, especies o incluso ecosistemas enteros al escribir la película. Películas como «Megalodón», aunque empiezan con un concepto inspirado en la realidad, inventan un montón de situaciones o eventos para llamar la atención. La termoclina es una capa dentro de un cuerpo de agua donde la temperatura cambia rápidamente con la profundidad. La misma no existe en las grandes profundidades del océano, sino solamente cerca de la superficie, y los grandes animales marinos siempre fueron capaces de atravesarla.